La cerca y lo clavos…

Habia un niño que tenia muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa llena de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día clavo 27 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho mas fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llego el día en que el muchacho no perdió mas la calma y se lo dijo a su padre. Entonces el padre le sugirió que cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevo de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: Mira hijo , has hecho bien…, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca… Ya nunca sera la misma de antes. Cuando dices o haces cosa con rabia o ira dejas una cicatriz como ese agujero en la cerca… Es como meterle el cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedo hecha. No importa cuantas veces pidas disculpas, la herida esta allí… Una herida física es igual de grande que una verbal.

(Desconozco el Autor).

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